lunes, 26 de octubre de 2009

BIBLIOGRAFÍA ANOTADA

VIDEOCONFERENCIA E INTERACCIÓN EN LA EDUCACIÓN A DISTANCIA (SÁNCHEZ ARROYO, 2001).

Sánchez Arroyo, E. (2001). Videoconferencia e Interacción en la Educación a Distancia [Documento en Línea]. Disponible: http://e-spacio.uned.es/fez/eserv.php?pid=bibliuned:20457&dsID=videoconferencia.pdf (Consulta: 2009, Octubre 20).
La Doctora Estrella Sánchez Arroyo es licenciada en Ciencias de la Educación por la UNED. Profesora de Secundaria del Ministerio de Educación y Ciencia (MEC). Realiza y aprueba la tesis doctoral sobre videoconferencia en la UNED bajo la dirección de la Profesora Sevillano en el Departamento de Didáctica, Organización Escolar y Didácticas Especiales, obteniendo con ello el título de Doctor en Ciencias de la Educación. Es autora y coautora de diferentes artículos publicados en línea a través de la UNED. Ha participado en distintos Congresos y Jornadas Pedagógicas referentes a tecnología como herramienta educativa.
En el documento “Videoconferencia e Interacción en la Educación a Distancia”, la autora plantea que la incorporación de los últimos avances tecnológicos a la educación a distancia, en especial la videoconferencia, supone una necesidad y un reto. Esta incorporación tecnológica trae consigo ciertos problemas que hay que atacar desde el comienzo: el primero se refiere a la integración de la videoconferencia en la estructura orgánica y física de la institución, el segundo sobre la integración pedagógica y dentro de ésta como producir y fomentar la interacción entre los elementos personales y los contenidos de aprendizaje. La videoconferencia, expone la autora, es en primera instancia un canal de comunicación y un soporte de información. Canal que permite unir físicamente a los interlocutores de diferentes puntos utilizando, a su vez, otras tecnologías (internet, satélites, entre otras). De igual manera podemos hablar de la videoconferencia como un soporte de información, ya que permite transmitir mensajes orales y visuales: presencia física, gestos y posturas, otro tipo de códigos que elabora directamente el interlocutor mediante una cámara o a través de otros periféricos. Ambos aspectos, sentencia la autora, hacen de la videoconferencia un medio válido para desarrollar algunas habilidades sociales, transmitir actitudes personales y contenidos conceptuales y procedimentales, entre otros.
La autora considera que la interacción es crucial en la educación a distancia porque supone aprendizaje y comunicación personal. El desafío está entonces en crear ambientes educativos o de aprendizaje donde los estudiantes tengan la posibilidad de elaborar y desarrollar sus propios procesos intelectuales y esto se puede hacer a través de la videoconferencia, siempre que su utilización pedagógica se considere como un proceso en el que se diseña el antes, el durante y el después de las sesiones de videoconferencia dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje general. Es decir, emplear un ciclo de calidad PHVA (planificar, hacer, verificar y actuar) para mejorar continuamente el uso de está herramienta audiovisual.
Para el análisis, la autora considera las referencias bibliográficas como fuente primaria de su investigación. De igual forma hace uso de los datos recolectados para sus estudios doctorales en referencia a como ven los diferentes actores (alumnos, tutores y profesores) la influencia de la videoconferencia en el aprendizaje.
Sánchez Arroyo concluye a través del análisis de los datos recogidos que la videoconferencia como herramienta influye de manera positiva en el aprendizaje ya que centra contenidos (no permite la dispersión), integra a los actores (el alumno siente la presencia del profesor) e introduce a los actores en una comunicación bidireccional que enriquece el aprendizaje.
Al final del “paper” el autor presenta un listín de 25 bibliografías que sirven de ayuda para complementar la investigación.

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