lunes, 26 de octubre de 2009

BIBLIOGRAFÍA ANOTADA

LA EDUCACIÓN A DISTANCIA Y EL CARISMA FRANCISCANO (SCHARA, 2004).

Schara, J.C. (2004). La Educación a Distancia y el Carisma Franciscano [Documento en Línea]. Disponible: http://www.usb.edu.mx/downloads/publicaciones/No5/r05_art12.pdf (Consulta: 2009, Octubre 17).
El Doctor Julio Cesar Schara es sociólogo y profesor investigador de la Universidad del Valle de México Ha publicado numerosos trabajos relacionados con la tecnología educativa, a través de la revista arbitrada “Investigación Universitaria Multidiciplinaria”. De igual forma ha publicado textos tales como “Educación y Cultura: Políticas Educativas” el cual le valió el premio Andrés Bello de la Unión de Universidades de América Latina, a la mejor investigación en educación superior (mención honorífica).
En el documento “La Educación a Distancia y el Carisma Franciscano”, el autor plantea que la innovación educativa –como un modelo alternativo y a distancia– podría democratizar los accesos a la educación superior y beneficiar a aquella población que por razones de tiempo-espacio, trabajo y desplazamiento a los centros de estudio, entre otras, se encuentra actualmente excluida de los estudios. Según cifras arrojadas por los estudios de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNTACD), en la actualidad se han disminuido los ingresos de los países menos adelantados, cuya población mundial se cifra en 560
millones de habitantes. Dicho estudio estima que los ingresos para estos países ascienden, en promedio, a 300 dólares per capita anual, una cantidad muy menor en comparación con los 906 dólares de los países en transición y en vías de desarrollo, y con los 21 mil 598 de las naciones industrializadas. Igualmente impactante resulta que hoy en día (según el mismo estudio) el Principio Económico de Wilfredo Pareto sigue presente al calcularse que mas del 75% de la población mundial vive en países en desarrollo que sólo cuentan con el 16% de la riqueza mundial.
Otro estudio, esta vez de la UNESCO, afirma que el simple crecimiento de la educación resulta insuficiente para garantizar el desarrollo humano, y que esto se debe fundamentalmente a dos razones: al carácter desigual con que se ha conformado la economía global y a los elevados costos que en materia de medio ambiente y empleo se han originado.
Es por eso que el autor considera pertinente que la educación no sirva únicamente para dirigir al ser humano como agente económico, sino como finalidad del desarrollo, cuyo objetivo sea el de realizar plenamente los talentos y las aptitudes que cada persona lleva en sí. Por lo tanto, la educación debe responder a la vez a su misión fundamentalmente humanista, la exigencia de equidad que debe guiar a toda política educativa y las verdaderas necesidades de un desarrollo endógeno, respetuoso del medio ambiente humano y natural de la diversidad de las tradiciones culturales. Es aquí donde el autor, valiéndose de las características tanto éticas como espirituales que envolvieron a Giovanni Francesco Bernardone (San Francisco de Asís) y a sus seguidores, exhorta a la comunidad mundial a disminuir la brecha económica que separan a los países, a través de la generación de oportunidades que permitan a los de menos recursos tener acceso a las nuevas tecnologías en pro de adquirir conocimientos bastos que a la larga sirvan como insumos intangibles para el desarrollo de los individuos y la sociedad.
Para el análisis, el autor considera las referencias bibliográficas como fuente primaria de su investigación. De igual forma hace uso de los informes económicos y sociales presentados por organismos regionales tales como la UNESCO y la UNTACD.
Scara concluye en su investigación que el nuevo modelo de educación a distancia, como un sistema de innovación educativa, inspirado en el carisma franciscano, requiere para su implementación del respeto, ante todo, a la persona humana. Requiere del respeto a la libertad de la persona en lo que tiene de más sagrado, su libertad de conciencia. Por consiguiente, concluye el autor, no se puede obligar a nadie a decir ni a enseñar lo que cada uno juzgue honestamente que no es verdad. Reconocer en todo valor humano la lucha contra toda inequidad, especialmente en el orden de la justicia, de la libertad y de la igualdad de oportunidades.
Al final del “paper” el autor presenta un listín de 12 bibliografías que sirven de ayuda para complementar la investigación.

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